Era una tarde soleada en el zoológico Nagongo, en la ciudad de Nueva York en Estados unidos, en la jaula de mas espectáculo, un mono llamado Otro, recogió su comida desde su mullida cama de hojas y no balanceándose a otra rama como solían hacer Los Demás. Esta anomalía asombro a los científicos, quienes decidieron investigarlo. Al notar su capacidad de aprender rápidamente fue enviado a la asociación de
Los grandes eruditos de
Otro le pidió a Esteban que lo acompañara a ver a otros monos de los alrededores, Esteban accedió. La primera reacción de Otro fue de terror, ya que vio como la selva en la que el había evolucionado se convirtió en algo sumamente artificial y monótono, observo como el pasto se volvió cemento, como los árboles se transformaron en edificios, y mas que nada se dio cuenta como todos esas adorables y peludas criaturas se convirtieron en esos horribles primates afeitados.
Esteban le mostró el circo, donde observó como maltrataban a los chimpancés arrojándolos desde un cañón y haciéndolos atravesar aros en llamas, pero su enojo aumento cuando se dio cuenta que esos horribles primates afeitados celebraban y se reían de lo que le hacían a los monos. Luego fue al zoológico donde vio la triste cara de los orangutanes encerrados sin poder salir y alejados de su hábitat. Esto los indignó mucho, y decidieron hacer algo.
Otro- ¿Y si te postulas para presidente?
Esteban- ¿Qué? Es muy difícil eso.
Otro - Entonces probá saliendo en la televisión, de esa forma le llegaría el mensaje a las personas.
Esteban- Para vos es fácil decirlo, pero no todos tienen las agallas para eso.
Otro - ¿y si…
Esteban- ¿Ahora que me vas a decir que escriba un libro?
Otro - Eh, no es mala idea.
Esteban- Pero pensá algo realista, no digas tonterías.
Otro - No es una tontería, yo podría escribirlo, el único problema es que tiene que llevar tu nombre, no esta bien visto que un mono escriba un libro.
Esteban- Bueno, de esa manera si es una buena idea.
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